La vida de Windows 7 está llegando a su fin. Windows 10 por fin ha conseguido superarle en usuarios a principios de 2019, pero el antiguo sistema operativo de Microsoft todavía sigue teniendo mas de un 30% de cuota de mercado. Y esto es un problema, porque Microsoft va a abandonar el sistema operativo el próximo 14 de enero de 2020.
Vamos a explicar que quiere decir que el soporte de Windows 7 este a punto de terminar.
A qué nos referimos con eso del fin de soporte
Windows es un sistema operativo que cada ciertos años va sacando nuevas versiones. Como mantener todas las versiones seria prácticamente imposible, cuando pasa cierto tiempo Microsoft abandona las antiguas para centrarse en las versiones actuales.
Hay dos tipos de soporte, el estándar y el extendido. Cuando está bajo el soporte estándar, cada versión de Windows sigue recibiendo varios tipos de actualizaciones, tanto correcciones como algunas funciones mejoradas, incluyendo actualizaciones de seguridad, y se pueden hacer reclamaciones con el hardware en garantía.
El soporte estándar de Windows 7 finalizó en enero de 2015, lo que quiere decir que ya no se seguirá mejorando, y desde entonces ha estado únicamente bajo el soporte extendido. Este segundo tipo de soporte es una especie de prórroga, el sistema operativo ya ha sido abandonado, pero todavía recibe actualizaciones de seguridad para solucionar bugs o errores que han sido descubiertos, y que podrían ser explotados para atacar a los usuarios.
Lo que va a pasar a partir del próximo 14 de enero de 2020 es que Windows 7 se quedará sin ningún tipo de soporte oficial, y que las empresas que quieran seguir recibiendo parches de seguridad tendrán que pagar un mantenimiento exclusivo a Microsoft que durará otros tres años. Windows 7 habrá muerto de forma oficial, y ya no será seguro seguir utilizándolo.
Qué pasará cuando termine el soporte
Cuando se acabe el soporte extendido de Windows 7, dejara de recibir actualizaciones oficiales, ni siquiera de seguridad, por lo tanto los usuarios solo estarán protegidos ante ciertas amenazas de malware mientras sigan recibiendo actualizaciones para el antivirus de Microsoft.
En el caso de que aparezcan vulnerabilidades criticas en el sistema operativo Microsoft no va a corregirlas. Todos los ordenadores que utilicen Windows 7 se verán afectados en el caso de que aparezcan vulnerabilidades, con los problemas de seguridad y privacidad que esto acarrea.
En estos momentos la cosa parece tranquila, pero si nos ponemos en la cabeza de un cracker o cibercriminal y descubrimos una vulnerabilidad, se esperarán a que llegue el fin de soporte para aprovechar la situación.
Esto es un problema para el usuario medio, pero peor aun para las empresas que todavía están utilizando Windows 7. Quedaran desprotegidas, por lo que sin querer, dejaran desprotegidos a sis clientes en el caso de que aparezca una vulnerabilidad con la que se pueda robar datos de sus servidores.
A medio-largo plazo, otro problema es que dejará de haber aplicaciones y hardware compatible con el sistema operativo.
Esto repercutirá en las empresas que decidan exprimir al máximo Windows 7.
En el caso de que el programa de gestión que use una empresa por ejemplo se actualiza y deja de ser compatible con Windows 7, esta empresa le va a tocar actualizar su sistema operativo lo más rápido posible y de forma precipitada.
Por este motivo en Informática TecnoPC vamos a mandar una serie de correos electrónicos a nuestros clientes con el objetivo de que se actualicen de forma progresiva y no se esperen a ultima hora y haya que hacer las cosas deprisa y corriendo.
Solución: migrar a un nuevo sistema operativo
El salto lógico es pasarse a Windows 10, el cual mantiene las mismas especificaciones de hardware que sus dos versiones anteriores.
Otra opción válida en algunos casos son las distribuciones GNU/Linux.
Para el usuario particular no hay ningún problema, en cambio las empresas se pueden encontrar que aplicaciones que usan normalmente no tengan versión compatible en estos sistemas operativos.
Para el usuario medio esto no va a suponer demasiado problema, ya que simplemente tendrán que comprar una licencia de Windows 10 y actualizar, o incluso comprarse un nuevo ordenador que tenga Windows 10 incluido, que hoy son prácticamente todos. El problema lo van a tener las empresas que todavía no hayan iniciado la migración, ya que sólo les faltan unos meses para realizarla si no quieren acabar teniendo problemas una vez haya finalizado el soporte.
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